domingo, 6 de marzo de 2011

Cama 4: Mariano Maiquez

A veces la mejor manera de ver la realidad es pedirle al otro que te la grite.

Lo bueno de esta cama fue que la empecé con la idea de disfrutarla y casi termino mandando todo el proyecto al carajo.
La pregunta de que estoy buscando, la verdad… ¿Qué verdad? La de quien.

Yo entiendo que frustro y coarto muchos de mis proyectos porque quisiera ser un eterno chico, a veces el éxito implica asumir madurez y responsabilidades, compromiso, y no se si quiero eso.

Mariano me plantea el tema de la aceptación.
Uno vive buscando que los demas nos acepten, pero el problema es ¿Cuánto nos aceptamos nosotros mismo?
Siempre habrà un motivo para no caerle bien a alguien, no tiene nada que ver con lo gay, es simplemente una cuestiòn humana, capaz lo mejor sea laburar por valorarse uno mismo, lo que uno es…

“Si todo me chupara un huevo capaz serìa mas feliz” me dice.
La distancia entre tener ubicada una problemática y encararla parece ser abismal.

Actor ¿Por qué? Me dice que lo que uno hace de corazón, con la convicción de que eso que sigue es lo correcto no tiene planteos ni dudas, me narra lo “fisiologico” al actuar, pero no el “por qué”, un silencio que es la respuesta perfecta. Nada que explicar.

Me plantea que el dìa que el quiera tener un hijo quiere tener el tiempo para estar con èl. Su trabajo de animador de fiestas lo hace ver muchas realidades, y seguro ve algunas de las que no quiere ser; tener hijos como mandato social , que los crien otros y a la noche llegar a eplicarle que uno es el “padre” y se le debe respeto, eso no es lo que èl quiere.

La gente nos pone tìtulos que después no acepta, nos cargan (ya sea con un peso o con una burla), en esta tarea auto-impuesta de buscar el “lado B” de la gente, lo unico que puedo decir, es que más allá de profesiones, ideas politicas, preferencias sexuales, limes y aledaños, a veces, solo a veces, la gente se permite mostrarse como lo que realmente son: seres humanos hermosos con miedo a brillar.

Gracias por dejarme pasar. Por dejarme pasar a tus adentros y asi llegar cada vez un poquito más a los míos.

Quedan 26 noches y 26 camas.



L.


Pd: che, todo muy lindo pero lo mas divertido de esta cama fue escuchar todas las historias de las animaciones infantiles: este tema de los padres que se aterran si el nene pide globo rosa o la nena pide celeste, la “filosofìa de la piñata” donde todos disfrutan menos los chicos (los padres se matan compitiendo por quen le agarra mas chiches), el padre que quiere que el cumpleañerx se luzca, no que se divierta, QUE SE LUZCA; y claro, las “tipologìas” de Mariano, donde me describe faunas interesantisimas como la “flequirantula”, esa mujer de flequillo cual tarantula que es muy de la calza y la remera de Cancùn (ex alta clase media noventosa), pero claro, todo esto lo van a encontrar en el libro que escribirè al terminar este mes (si si, cuando me dejen salir del neurosiquiatrico en el que voy a terminar después de esto me pongo a escribir y editar el dvd), ponele, cositas del marketing, ¿no?

Pd2: Mariano hizo un guiso alucinante, o sea: un kilo de tomate perita, curcuma, paprika, comino, pimienta, papa con cascara, zapallo, cebolla, cebolla de verdeo, puerro y lentejas (erroneo es pensar que esto necesita chorizo colorado para estar tan bueno), en fin, mis disculpas por anticipado a Solcito Spataro y Bruno Leites que trabajan al lado mìo y hoy sabran como me cayò esto.



Mariano me usurpa la cámara:




Yo le usurpo a Miguel:

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